L'Atormentada
Ser inteligente duele
lo decía la Castellanos,
la que tenga mejor suerte
ha incurrido en auto engaño.
Mis respuestas son agudas
mi lengua bípeda es,
sin embargo yo quisiera
que mi pensamiento careciera de pies.
Mis señalamientos son rancios
a más de una incomodarán,
no intento sanar heridas
vengo a profundizarlas más.
Vida mía no estés tristes
triste vida a dónde vas,
deja de lamerte la herida
o no sanará jamás.
¿A caso vas a la academia,
de dónde no sales más?
Vas a volverte sabia
para ocupar un lugar.
Las academias de latín
abarrotadas se encuentran,
con muchachas de buen fin
que el conocimiento no atormenta.
Si el conocimiento ya no es tormenta
ni la inteligencia causa escarnio,
leer y escribir ya es logro vano
que fomenta el patriarcado.
Vida mía de dónde vienes,
vida mía a dónde vas,
vienes de resolver lo urgente
para olvidar lo demás.
Apresura ya los pasos
a la casa del saber
los filósofOs y sabiOs
no sólo hablan francés.
La academia ya nos incluye
nos borra la conciencia en igualdad,
nadie egresa con actitudes
para ejercer su humanidad.
Presas aún de un conocimiento genérico,
emparedadas en un raciocinio cadavérico,
ser novicia es tormento estratosférico,
pero ser ungida es un sufrimiento retórico.
Vida mía de dónde vienes,
vida mía a dónde vas,
ve a lamente la herida
para que no sane jamás.
Vida mía eres simple
simple vida no más,
triste tu fin será
igual que el de muchas otras,
quienes en sus mentes gestan
la génesis de sus derrotas.
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