viernes, 12 de agosto de 2016

A ratos

A ratos,  a ratos me doy tiempo de extrañarte, de no olvidarme de ti, de padecer tu ausencia.

Y de vez en cuando en mi imaginación masoquista doblo mis manos y me tuerzo los brazos, para luego volver a la realidad y morder mi lengua y atragantarme un poco cuando al fin por casualidad te encuentro.

A ratos le permito a la melancolía jugar con tu recuerdo e invadir mi mente con memorias vanas.

A ratos y sólo a ratos recuerdo tu sonrisa y susurro tu nombre en el silencio de la alcoba entre gemidos y jugos vaginales.


Pero siempre al final del juego fatuo, sumergida ya en mis propios caldos, me invade la cordura de no volver a invocarte hasta la próxima sesión de fetichismo. 

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