martes, 10 de febrero de 2015

un circo llamado Ciencia

Había una vez un circo llamado  Ciencia dónde el león Raciocinio  era la estrella, este acabo por amaestrar a su propio domador a quién apodaban investigador y se había formado justo allí bajo la carpa de la Ciencia, investigador trataba de enseñarle nuevos trucos y Raciocinio rugía con estruendo -tal vez mañana- se consolaba investigador -no debo abrumarlo con cuestiones tan novedosas- y al día siguiente todos listos para el espectáculo de la Ciencia, la carpa llena , Raciocinio y sus mismos trucos y el mismo rugido en los mismos decibeles y con la misma entonación  y la gente aplaudía ; - quizá mañana- se repetía investigador -quizá mañana-.





Porque la Ciencia  primero nos hace domadores como a investigador y luego uno ingenuo domador intenta rehacer a su estrella  Raciocinio; tendríamos entonces que preguntarnos habría circo sin león o león sin circo asumiendo siempre la secundariedad del domador.



martes, 3 de febrero de 2015

como jode el palo estudiar antropología


 Falleció una de las musas de la cocina, era una especie de abuela para mi, cuando recién llegue al soleado sur de Veracruz con mamá la conocí como mi vecina Rica, ella y su hija nos brindaron tardes de largas platicas y risas amenizadas por su tan peculiar acento jarocho, nos hicieron sentir como en familia cada vez que nos invitaban a desayunar o comer en su  pequeñísima terraza, pizzas, pay's, tacos de alambre, tostadas de tinga, cebiche, chanclas, tamales de elote, de picadillo, de dulce, de rajas con queso, pozole, quesadillas, gorditas picadas, chiles rellenos, pastel, platanos  rellenos de queso o con crema y cualquier otro antojo que surgiera un día antes cuando al acabar de comer hacíamos gala de toda nuestra glotonería y empezabamos a paladear la comida del día siguiente. 

Murió y cuando me enteré llore más que cuando supe que murió mi abuela de sangre, y es que es totalmente lógico y coherente sentir de tu familia a gente con la que no compartes el apellido pero si muchos momentos, lo es sino porque existe el termino parentesco imaginario en antropología; lo es por las tardes que pase mitigando mi calor tirada en su hamaca bebiendo coca cola y platicando con ella, lo es porque veíamos telenovelas juntas, escuchábamos telenostalgia, pensaba en que regalo llevarle cada vacaciones que ella se dedicaba a engordarme y finalmente lo es más  porque ahora cumple la condición de todas mis abuelas finadas.

Lo es aunque aparezca el raciocinio y cuestione mi dolor y me repita sino lloraste cuando se fue tu abuela Piedad es porque tenías 12 años y aun eras una cría que no interiorizaba los códigos de duelo correspondientes a tu cultura, lo es pese a que piense que llorar como pendeja podría ser simple teatralidad el modo en que los adultos aprendemos a afrontar el duelo, lo es  pese a Turner y su comunidad de sufrimiento, lo es aunque el logos legitimado me diga tranquila todo tiene una explicación,  LO ES, LO ES, LO ES  o más bien lo era aunque la antropología venga a cagarme el palo una y otra vez.



más volumen para la sordez


Hace mucho que puse los audífonos y subí todo el volumen, hace tanto y disfruto de tanta paz que no había reparado en que se termino la batería  y mi audición.







...de un tiempo para acá ya no es necesario cubrirse los oídos para dejar de atender al otro, bastan un par de audífonos y nuestra portentosa resistencia a la vibración, resistencia tal que nos guía hasta el ensordecimiento e indiferencia, nunca antes el vibrato había causado tanto silencio.