Les voy a contar la polémica en torno a una imagen que contiene una frase sumamente potente:
Cuentan las redes sociales que hace como un mes una colectiva llamada "Las brujas del mar" tomaron este post y sobre él escribieron algo así como "¿quieren reflexionar sobre las abuelas?", la frase del fondo quedo totalmente perdida y Cihuapa autora de esta frase solicitó que se le dieran crétido con la imagen o la retirarán, cosa que tardó muuuucho en pasar, y con mucho no sólo me refiero a tiempo me refiero a posteos, reposteos y comentarios hostiles; de ello salieron otras quejas del mismo tipo hacia la colectiva, respecto a que suelen apropiarde de otros materiales sin dar crédito.
A partir de esta discusión las memorias que tenemos sobre nuestras abuelas se volvieron terreno de disputa y reinterpretación, alguna vez en una lectura me tope con el señalamiento de que "hacer memoria" es justo un ejercicio creativo porque quien evoca reconstruye los sucesos, y me parece algo bastante vigente a la luz de la posmodernidad, los ejercicios de reapropiación de la historia y la microhistoria desde abajo son bastante recurrentes (y necesarios).
De la frase "Querida feminista blanca: No eres nieta de ninguna bruja, tu abuela era católica y hace 500 años habrías esclavizado a la mía", se rescatan cosas harto interesantes en las redes sociales, de las cuales he tratado de rescatar algunas cosas que me llamaron la atención:
- Da justo al traste con una narrativa muy romántica que hasta hace poco se había consolidado en el feminismo, aquella que habla de un pasado común mágico que nos conecta con mujeres sabias y ancestrales, y que rompe con la idea del pasado común opresivo, ya que las brujas a pesar de haber sido perseguidas son vistas como supervivientes.
- Apunta hacia algo latente que no se puede ignorar y es que dentro de esa gran masa denominada "las mujeres" también hay posiciones estructurales basadas en distintas intersecciones que justo han fomentado y/o permitido el ejercicio de poder de unas sobre otras, y que en ocasiones ese ejercicio de poder ha sido desmedido, violento y opresivo.
- Algo que evidentemente empezó a pasar es que se comenzó a manosear la historia de la abuelas, en muchos casos intentos burdos para tratar de adquirir legitimidad a partir del árbol genealógico.
- Fue super interesante como justo frente al argumento de "si les hicieron tecitos, les pasaron un huevo para el mal de ojo, sus abuelas eran brujas", ya que entre las objeciones se señaló como la figura de la bruja que viene de la narrativa feminista dista mucho de algunas realidades donde la figura de la bruja es reconocida desde el estigma. Yo agregaría que además los tés, las pasadas de huevo etc. Son parte también de los saberes populares de una época, que no necesariamente eran conocimientos exclusivos de las mujeres y que mas bien me parecen prácticas que apelan a un paradigma dinstinto al médico que sigue existiendo y resistiendo (es decir que son parte de una matriz epistémica de atenciónes y cuidados frente a la enfermedad).
- Un apunte muy importante que hizo Cihuapa desde el afrofeminismo es como señalar como la imagen de la bruja viene desde una mirada europea, y muchas otras secundaron que justo ante este arquetipo se pierden otras figuras locales como la chamana, curandera y la hierbera (otra ves hablamos de matrices epistemémicas que aunque pudieran ser semejantes son distintas al estar insertas en cosmovisiones diferentes).
- También me quede pensando un poco como en estas relecturas que no voy a dejar de tildar de románticas perdemos la voz de nuestras abuelas, igual y estaría cool que quien todavía tiene abuela (s) les pregunte que opinan de ser llamadas brujas. Entiendo la belleza discursiva del "somos las nietas de las brujas que no lograron quemar", a mí también me gusta mucho, pero no vamos a tener ningún diálogo intergeracional si sólo estamos dispuestas a ver y escuchar aquello que nos es grato.
- Y bueno el tema del catolismo es enooorme, ya que parte de la defensa de Las brujas de mar era que se puede ser católica y oprimida y si, pero creo que hay más cuando se habla del catolicismo en México que trataré de matizar con una historia:
Cuando tomaba clases de antropología una maestra a la admiro demasiado, justo antes de que nos fueramos a campo nos invitaba a observar con ojos atentos la manera en la gente interactuaba con el espacio eclesiástico, contandonos sobre como en algunos lugares envoltoríos relacionados con la sanación o actividades mágicas son dejados detrás de los santos. La primera vez que fui a campo fue ella quien me sugiriío el lugar dónde realizar mi trabajo de campo, y ahí pude ver justo como las limpias sucedian a la par de la misa, no a pesar de la misa sino con la misa, también vi las aburridas bancas ser desplazadas a los costados y remplasarse por gente bailando sones, y a músicos frente al altar remplazando sacerdotes, todo esto la antropología lo aborda desde la religiosidad popular que e sun terrono bastano y aún así no creo que alcance para abarcas todas las practicas mágicas, médicas y religiosas que existen dentro del espectro católico, del mismo modo tampoco creo que alcance un censo del inegi para retratar la gran variedad de prácticas que tiene ese porcentaje aplastantemente católico que ejercen al interior del país.
Finalizaré diciendo que como veracruzana me siento muy decepcionada de que un grupo de personas que han adquirido relevancia al enunciarse desde el estado pasen de largo justo todas las dinámicas racistas y clasistas que continúan arraigadas en un territorio que sólo reconoce discursivamente a su población afro para festivales y exposiciones pero donde se continua sin hacer una reflexión profunda sobre las desigualdades que perviven desde la colonia. La ciudad de Veracruz es una ciudad muy añeja, en los relatos de la colonia es común leer como las señoras se paseaban seguidas de "sus" mulatas a quienes vestían y ataviaban como signo de estatus; la esclavitud y el racismo no son algo ajeno al ser la puerta de entrada al nuevo mundo, un nuevo mundo donde la mercancía no eran únicamente metales preciosos, telas y productos agropecuarios, mercancía de la que formaban parte también personas, personas racializadas. Dicho esto es necesario pensar en como nuestras abuelitas veracruzanas crecieron escuchando esto de sus abuelas y como tampoco están ajenas a esta estratificación, así como nosotras tampoco lo estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario