martes, 23 de julio de 2013

de brujas, diosas madres y demonios

Cuándo se conjunta una buena conferencia sobre perversiones brujeriles en la literatura medieval, le sumas la alineación de los planetas que te permitió ser invisible y colarte una vez más a la casa amarilla, un casualmente haber estado una noche con Bataille en una especie de acto necrofilico de tumba a escritorio, obtienes, indulgentes diosas madres que se vuelven brujas y hombres que evolucionan en el terreno metafísico a través del arte.

Hubo una vez un filosofo y literato -esperad un momento acaso se puede ser uno sin ser lo otro-, hubo una vez Georges Bataille y su breve historia del erotismo -en esta historia no hay una inocente y linda niña bonita- y yo leyéndole, de allí rescate que el rescato y espero ustedes rescaten como el hombre se hizo humano, por sobre la historia de nuestro bipedismo, la postura erecta, el aumento del horizonte visual y la capacidad craneal, esta el hombre allí dentro de la caverna ya iluminada con una hoguera -en su hogar-  y hubo muertos y hambres, miedo a la muerte y satisfacción del hambre, hubo la necesidad de explicar la muerte y de aprender a controlar los alimentos -si lo último le suena ilógico es solo porque esta habituado a escuchar a menudo lo primero -.

Surgió entonces la necesidad de inventar seres extraordinarios que pudieran con lo que nosotros no podemos pero que se asemejaran a nosotros para no sentirnos del todo desplazados, y surgió la diosa madre como estigma, lidiando con la provisión de alimentos, lluvias, fertilidad, pero como las mujeres no nos fertilizamos solas -y los hombres no se querían quedar atrás- se decidió darle sexo a la diosa madre y se creo al dios del inframundo y de la caza -digo porque no agrupar la muerte de los animales y los humanos, en ese entonces no había distinción entre lo natural y lo racional- , y vualá se satisfizo el enigma de la muerte y las necesidades alimenticias hecho curioso el tener a la diosa madre copulando con el dios del inframundo, algo así como Persefone y Hades.


Volvamos de nuevo al arte volviendo al hombre ser humano y encontremos, imaginemos una pintura rupestre en Francia, al fondo de una cueva de Ariége un cuadro dónde se representa a un hombre vestido con pieles y astas en la cabeza y que se encuentra rodeado de animales, se cree que este es el vestigio más antiguo de una religión ritualista, la figura del hombre cornudo posteriormente se convirtió en una deidad presente en casi todas las religiones premonoteístas, en los países de Asia Menor, Egipto, Grecia, Roma, las áreas élticas desde el mediterráneo hasta las islas del Canal hay un dios cornudo; una de sus representaciones más conocidas es la griega, el hombre-cabrón, con cuernos y pezuñas, Pan fue una deidad famosa por sus hazañas sexuales y ahora traslademoslo a una figura más reciente, hacia la religión judeo cristiana ¿lo tienes?, personaje del sudmundo con cuernos, algunas veces también representado con pesuñas...

Ya que tenemos al satanás por un lado, el dios primigenio de la caza y el inframundo reconfigurandose hasta llegar a la religión judeo-cristiana, bien vale la pena preguntarnos que sucedió con la figura de la diosa de la fertilidad, la provedora de alimentos, pues bien, la figura de la diosa perduro por todas las religiones, se diversifico y multiplico en diversas formas, aveces la tenemos como dueña del amor sexual en Venus y Afrodita, en otras ocasiones aparece como la madre fértil  Isis y Deméter, en otras como diosas vírgenes como en el caso de Artemisa, Atenea y las diosas babilonias -aunque eso de virgen era más bien en general referente a que no tenían una pareja fija más que a un estado de abstinencia sexual-.

Las diosas madres al igual que la imagen del diablo se extendieron por todo el mundo antiguo, muchos de los ritos de adoración comprendían actos sexuales o alusiones al acto sexual, quizá la practica más difundida fue la prostitución sagrada, practica que con el tiempo perdió el sentido sacro, se desvirtualizó excluyéndose de las practicas de la doctrina judeo-cristiana; con la ascensión al trono del cristianismo en el mundo occidental las sacerdotisas y hechiceras que practicaban rituales en torno a la fertilidad, la curación a través de la herbolaria  fueron reagrupadas bajo un solo sustantivo, bruja, y lo poco que pudo sobrevivir al paso del tiempo de las viejas diosas madres fue condenado como brujeril o hereje, que para el caso el destino era el mismo, la inminente hoguera inquisitorial que predomino por tres siglos.

La imagen de la diosa madre se asentó en sus seguidores -mayoritariamente mujeres, para continuar con esta imagen femenina- y se difumino entre ellos, la diosa madre ya no era un ser supremo, la diosa madre era una mujer con un caldero preparando pócimas, dejo de ser inmortal para morir por el fuego de dios, el fuego de la hoguera inquisitorial, pese a ello sigo ejerciendo su sexualidad con el dios del inframundo y eso era algo imperdonable ya que la diosa madre ahora era una mujer, una mujer mortal y su pareja un demonio, pueden imaginarse tal combinación una mortal copulando con un demonio -sino pueden acudan a la biblia en busca de inspiración- ¡a la hoguera bruja maldita, ramera de satanás!




martes, 16 de julio de 2013

Sueños de infancia


  Recuerdo que desde que tenía 8 años deseaba ser periodista, 
claro en ese entonces no usaba nada color rosa porque me parecía humillante que todo lo que usasen las niñas fuese de ese color y quería ser congruente con mi rechazo hacia las formas preestablecidas, pensaba que tv azteca era una televisora alternativa -bueno quizá en sus inicios- y que Lili Tellez era la mejor periodista del mundo o por lo menos de México -recuerdo que fue de los primeros atentados a periodistas por el crimen organizado - , Aristegui y Dresser no figuraban en mi repertorio y mucho menos hemingway o Kapushinski .

Fui una niña común como todos los otros niños, necia y orgullosa, me parecía un insulto que me cargaran o me hicieran gestos o muecas los desconocidos poniendo cara de bobos y nunca quise ser enfermera ni doctora, detestaba jugar con nenucos o a la comidita, a la fecha sigo creyendo que todos los juegos que valen la pena no necesitan accesorios -los encantados, pajaritos de colores, las picas, las escondidas y el cancan eran lo máximo, luego vinieron los juego de pelota-; cómo era una niña tranquila mi madre decidió enviarme al kinder hasta los 4, mientras yo me deshacía de ganas en aprender a leer y aunque en el kinder no aprendía a hacerlo y tuve que conformarme con medio garabatear algunas cosas y mi nombre.

Por allí empezó mi crisis en contra del color rosado y los vestidos, que eran incómodos y poco prácticos para andar corriendo, luego entre a la primaria y continué lamentándome el hecho de que no me enseñaran a leer en preescolar, me molestaba un tanto que mi mamá no pudiera llevarme a la biblioteca dada la hiperactividad de mi hermano y tenía que conformarme con columpiarme hasta el mareo en los juegos infantiles ya que tenía temor al uso de las resbaladillas me la pasaba dos horas monopolizando un columpio, cuando aprendí a leer me vengué leyendo sus libros de texto que extraía a hurtadillas de su mochila.

Por tercero de primaria empezó a surgir la figura de Vicente Fox -el primer candidato plenamente mediático del país-, recuerdo la v de victoria y el slogan "ya ganamos", comenzaron a aparecer reportajes sobre los 71 años del PRI, y yo comenzaba a ver el noticiero de las 7 en el canal once de la televisión abierta dirigido por Pablo Latapi y Lili Tellez, por ese tiempo decidí que quería ser periodista, quizá ese periodo de desenmascaramiento a nivel mediático de PRI me dio el sesgo histórico que tanto me gusta, un día en casa de mi abuelita paterna mientras tomábamos café me resolvieron la vida, ya estaba el camino trazado, la UV máxima cada de estudios de mi hermoso Veracruz, tenía comunicación que es más o menos lo mismo -luego cuando entre descubrí que si estaba periodismo como área terminal-, en fin que no lo pensé más y ese fue la meta a alcanzar hasta que ingrese a comunicación.

Luego me encontré con la realidad y mis maravillosas clases de periodismo con el premio nacional Luis Velázquez, allí conocía a Villoro, Himingway, Kapushihski, Aristegui, Lee Anderson, Dresser, Monsivais entre otras vacas sagradas del periodismo, bajo los sacrosantos mandamientos del periodismo dictados por Velázquez y su siempre presente sarcasmo mi pluma fue creciendo, aprendí a localizar el hecho noticioso, a hacer cabezas para una columna, dos o tres y para ocho columnas siempre empezando con un verbo o un sustantivo, a redactar balazo y bajante y el número de golpes y palabras que debía llevar cada uno, todo acorde con la estética periodística de la vieja escuela y la mentada caja china que nunca nos dejo en paz, párrafos de 30 palabras, un dato por párrafo, del más importante al menos importante.

Luego aprendí que para escribir se necesita ceso y dos cursos con Velázquez en la UV y que por otro lado también hay manuales de periodismo, pero que sería de la nota sin un viejo lobo de mar mofándose de ti y preguntado "haber Mariel ¿Cuál es el hecho noticioso aquí?" para luego atacarse de la risa y pedirte que vuelvas a hacer tú nota,  en el mejor de los casos cuando no te acusaba de periodista de notiver -un diario de tintes amarillistas de Veracruz, al que muchos hemos criticado en el cual mas de unos cuantos han caído-.

En fin que lo más importante fue que a hacer periodismo se aprende haciéndolo, después de mucho sarcasmo y burlas aprendí a redactar de manera adecuada y que la mayoría de los grandes periodistas ni siquiera estudiaron para hacerlo se formaron en el campo, luego aprendí que siempre debes ceñirte a tu linea editorial y que si publicas lo que no le gusta a alguien te van a matar, a menos que seas una vaca sagrada ellos pueden darse el lujo de redactar en primera persona y nadie les dice algo, después vino el periodismo digital en contraparte a los románticos que aman mancharse los dedos con la tinta de la imprenta -y el papel de baño reciclado- y así íbamos como corderito al matadero, sin siquiera balar, siempre aceptando.

Luego vino mi desilusión y mi deceso, jamás fui periodista -al menos no de momento-, creo que fui publicada una vez y no fue en la romántica tinta que mancha los dedos, sino en una página web, después me di cuenta que para escribir más que estética se necesitan bases y decidí ir a buscar mis bases históricas y filosóficas  y eme allí estudiando antropología en Puebla, tan cerca de de-oz y lejos de los ángeles, del periodismo  y de mi Veracruz.

Ahora desde otra lupa creo que el periodismo debe ser comprometido y no dejarse segar por tener el dato al minuto publicando periopecias sin antes tener las dos vueltas de la noticia, creo que en el mar de las redes de comunicación el hecho noticioso se pierde entre tantos adornos literarios de pseudoperiodistas que mas que informar desinforman, que la ética periodística es un antro pasado de moda al que ya pocos acuden y que ni la moda retro hace que vuelvan a él, que siempre se esta al servicio de la agenda setting, siempre publicando sobre lo que esta en boga y en lugar de tener muchos medios publicando distintas cosas tenemos muchas repeticiones de lo mismo aveces hasta con la misma foto.


y todo esto a que viene, lo indicado sería decir que a Sartori -para continuar con la linea de vacas sagradas- pero no es así, viene a una nota en letras libres -curioso viniendo de una revista de derecha- sobre los migrantes que no importan y el periodismo salvadoreño, antes de abordar la temática el autor se avienta una de esas chaquetas moralistas sobre el periodismo, una de esas que hacen falta y que ya nadie se avienta porque es más fácil culpa a los políticos, a tv azteca y a televisa, a la ciudadanía desinformada, porque quién tiene la pluma manda, dirige enfoca pero nunca es el responsable del flash:


"¿Qué es el periodismo de avanzada? Aquel que se atreve a escribir sobre aquello de lo que nadie se atreve a escribir, al menos no de manera concienzuda y minuciosa; el que se acerca lo más posible a los temas y a los individuos, tomando el tiempo que sea necesario para lograrlo y luego, de alguna forma, sabiendo cómo aprovechar al máximo aquello que se descubrió...¿no es esto justamente lo que promete la era digital? No más periferia; el centro está en todas partes. Pero se requiere de un equipo editorial con visión, periodistas que escriban como escritores y que sean excepcionalmente valientes y talentosos, para llevar a cabo una conjetura tan idealizada y tan deseosa."


en ocasiones me da pena, me doy pena, nos doy pena, me das pena, nos damos pena y la pena sigue recayendo en todas las personas del singular y del plural en reflexivo, pero muy en el fondo, escondida entre los párrafos sigue  esa niña necia creyendo que es la pluma el arma ideal para revindicar el camino, desandar lo andado y comenzar nuevas sendas.

Otra nota sin sentido


Querida Monique debo confesarle que muero igual que Rosario Castellanos,  muero de mirlar y no entender,  quiero decirle  que no es necesario  me siga haciendo la guerra con su bandera de paz, no soy la Gigi de Colette que prefiere ser desdichada con usted que sin usted, yo prefiero serlo sola, le pido también no insulte mi sentido musical y no me pida estelarizar un drama al puro estilo Delgadillo... no me pida ser su amiga y deslizar notas tan dolorosas 




y por favor no me haga ya elaborar más alegorías trágicas porque usted aun no comprende.

domingo, 7 de julio de 2013

Un día sin sentido



Un día sin sentido Monique decido ir  por una torta a Suiza, allí al mismo lugar donde íbamos como dos amigas tomadas de la mano,  un sinsentido me llevo allí, al lugar que llevaba meses evitando; un día sin sentido Monique la mesera decidió hacer conversación y preguntar por ti a años luz de tu recuerdo; un día sin sentido Monique decidí ir por nuestro desayuno de fin de semana torta de tamal y jugo, salí de la casa temprano como cuando tu aun vivías aquí, en la habitación continua dentro de la suite de mi corazón y venías a dar latiditos, no, más bien golpecitos con tu ásperas manos a mi puerta; manos de niña o de hombre, no encuentro la diferencia; este día sin sentido Monique salí de la casa y un perro de pequeña raza me asusto decidí cambiarme de banqueta a la vuelta camine por el camellón Monique porque allí me siento en casa,  después del encuentro con la fierecilla canina decidí que sería más seguro, porque el camellón y sus milímetros de vegetación son como yo tan distinta a ti pero rodeada por un pavimento que me es como tú, nada dúctil, ni frágil, ni maleable, eres como te hicieron en la cuna y no cambiarás, dentro de ese delicado rostro mi querida amiga eres tan poco femenina y sumamente desconsiderada, algo de hombruno había en tu actuar.

Un día sin sentido regrese y la misma fierecilla se encontraba allí, ni siquiera reparo en mi presencia, no tengo valía como contrincante, un día sin sentido decidí pasar sobre el fango para borrar las huellas de la fierecilla en venganza; ese día sin sentido encontré una hoja decorada delicadamente con gotitas de agua, me recordó a ti y la tomé, las gotas de agua que la embellecían se deslizaron hasta desplomarse, que banal es la belleza Monique...






Un día sin sentido Monique decidí pedirte que dejaras de colarte en mis sueños, es de mal gusto interrumpir a la gente cuanto esta en medio de un orgasmo y es criminal suplantarla;un día de mal gusto Monique me di cuenta que debía evitar las tortas porque me causaban indigestión de ti.