Supongo que conforme siga avanzando esta crisis recrudecida por la pandemia se escuchará cada vez con más fuerza, esta división entre nosotros y los otros. Este nosotros que conecta rápidamente con las experiencias personales y vuelve en culpable simbólico de todos los hurtos a un ladronzuelo de combi, un ladronzuelo que en potencia pudo haber matado, navajeado, disparado y un sin fin de etcéteras que no cometió pero de los que era culpable en potencia, y que por lo tanto "se lo merecía". Si a todos nosotros nos castigaran de esa manera por lo que potencialmente podríamos hacer no alcanzarían las patadas y los puñetazos para someternos a todas las personas que por nuestro color de piel, raza, clase social o practicas sexuales pasaríamos a ser ese otro sospechozo y peligroso en potencia.
No voy a discutir con la historia de su tío, su abuelito o la experiencia propia, que son terribles e injustificables; tampoco voy a gastar palabras en explicar como la sociedad crea parias para llenar las carcéles y luego atiborrarse la boca de palabras morales frente a gente menos afortunada.
Pero si miro con desazón a la gente que se enorgullece y toma esta clase de escenas como preferentes, porque justo nos espejea con con la crudeza del aprendizaje que nos indica que frente a la crisis la única solución es torcerse al otro.
Elegir joderse al otro es un aprendizaje ampliamente generalizado frente a situaciones difíiciles, lo respalda la sabiduría popular "de que lloren en su casa a que lloren en la mía, mejor que lloren en la de él", porque en la mentalidad del oprimido alguien siempre llora o llora más y eso basta y es consuelo.
Platicando con mi amigo Miguel a quien nombre representante de todos los hombres o los seres humanos según sea el caso y el nivel de mi consternación hacía hincapié en una frase dicha en el vídeo "ahora si vas a sentir lo que sentimos", señalando que justo ahí es dónde "se nubla la empatía y cuando se comienza a hablar de venganza". Creo que de ahí viene toda este debrayé a partir de detectar esta decisión que secundan los demás individuos, y que trata ya no sólo de evitar se realice un daño/robo, sino del afán de infringir sufrimiento en la otra persona.
El próximo año con las elecciones en puerta seguro nos traerá nuevos proyectos de seguridad a partir del estigma y el castigo, mientras tanto "nosotros los otros" compartiremos memes y parlotearemos sobre la justicia por propia mano, vendrán Broncos nuevos con algún ramake de la ley del talión, mientras tanto los ladrones de cuello blanco continuan laburando con respaldo constitucional porque como dijo Unamuno "Los esclavizadores saben bien que mientras está el esclavo cantando a la libertad se consuela de su esclavitud y no piensa en romper sus cadenas", aunque esta libertad sea tan efímera como madrearse a otro.
Sobra decir que mañana esos heroes anónimos, a los que tanto se a elogiado en redes sociales, volverán a tomar la combi para sus trabajos y este ladronzuelo si bien aprendió algo asaltará de mejor manera, con más cuidado, tal vez cambie de medio y ahora lo haga por la noche a gente desprevenida, dudo mucho que después de esto se inscriba a la universidad, a lo mejor aprendé que la unión hace la fuerza y se une a algún grupo organizado, ustedes perdorán mi pesimismo. Los pegagogos de la violencia y la meritocracia ni lo lamentaran porque los ejemplos de redención no caben en un método basado en ideas rancias dónde se aprende a golpes y humillaciones, siempre hay linchamientos nuevos, asaltos frustrados, tanto que da escalofríos la existencia de tanto material al que ya nos estamos acostumbrando.
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