no sé, en esta época de luces parpadeantes se me antoja ser un poco elemental y centrarme en los abrazos y atenciones y quizá de vez en cuando me ponga un tanto melancólica, por el rollo familiar y todo eso de sentirme de repente sin piso, luego recuerdo un par de ojos y una mirada que bien puede ser lo más cercano a un hogar por su calidez y posteriormente me pongo cursi y proclamo: tu mirada es mi hogar, muy en contra de mi política y buenos principios cuasi"feministas".
en el tercer acto me encuentro hablando con un querido amigo exponiendo nuestro caso y me dice algo así cómo: "M. hablemos otro día cuando dejes de pintarme a ese tipo como un santo y tú simplemente una mierda", ¡auch! será que estoy idealizandote y en realidad te he creado mi Monique y eres tan elevadx para todas las miradas, incluso la tuya misma. Querida Monique no me abandones por siempre-jamás por los siglos de los siglos amen.
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