El ilustre abril, el exceso de energía y mis pocas ganas de escribir
Bueno que puedo decir, quizá las musas susurran más cosas a mi oído cuanto estoy triste que cuando estoy feliz, así que ¡viva la vida! ¡viva el amor! ¡viva tu y yo!aunque en el intento me quede disfrutaré el "y mientras tanto".
Y bueno la gran incógnita es que sucedió para este cambio de actitud tan abrupto, la respuesta es sencilla apareció un alguien, un alguien distinto, muy acorde con mi ideología de "hay que probar de todo", eso me a llevado a salir con altos, chaparros, morenos, güeros, blancos, chicos liberales, niños conservadores, etc. y recientemente me ha ayudado a salir de la valoración a las personas en relación a lo que leen o como escriben.
Quizá en esta ocasión quiero algo diferente, algo así como un te Kiero con la misma fonética de Korazón
Así es como llega gente de todo tipo,llegan preguntando cuantos osos polares se necesitan para romper el hielo, otros llegan temerosos dudando, esperando señales celestiales, manifestaciones que les indiquen que hacer, como el primer beso cuando el saludo y la sonrisa no son suficientes. Viene gente y se va, se van dejando flores de papel menos perecederas que las promesas de amor eterno, planes inconclusos y una que otra mañita nueva e interesante.
Apenas ayer mientras rompía mi voto de no beber por tercera vez en la semana -cosa que valió mucho la pena, ya que la trova lo a meritaba- me puse a pensar un poco en aquellos que han compartido un tramo de camino conmigo, "maldije a unos, bendije a otros y llore amargamente" -jajaja, bueno no sucedió eso, pero el cliché suena bien- y me dije que bonito es lo bonito, osea todo el proceso dopaminico de enamoramiento.
El mes pasado apenas estaba llegando a hacerle una visita más a mi madre, una visita que pintaba aburrida y calurosa, en una comunidad al sur de veracruz, donde no hay plazas, el calor raya en los 40°, dónde mi única ocupación es comer y dormir cuando apareció en el horizonte sobre su corcel blando -bueno tampoco-, más bien iba con su tía, un plato de tamales y una sonrisa muy peculiar listo para pedir -mi mano pero se le olvido el guajolote - permiso y así comenzar una serie de excursiones al río, albercas -benditos caballeros medievales, quién va a pedirle permiso a tú mamá para salir en la actualidad- y así fue como entre cervezas y tardes de a-maca, a la espera de la fresca llegada de la noche comenzó a parecerme atractivo a quién en un principio pensé jamás besaría.
Después de unos tantos besos, las salidas a la ya más agradable comunidad -considerando la relatividad de mi estado de enlelamiento- y el exquisito sazón de las comidas de su abuela aquí me tienen anhelando las vacaciones para "visitar a mi mamá" y recuperar mis tardes de a-maca y los besos que me sacaron del tedio, siendo así ¡viva la mala hortografia!, las cosas sencillas que te hacen el día, los caballeros medievales que acaban con la pata dentro de la boca -en sentido figurado ... aunque lo otro también podría ser interesante...- y las frases de amor trilladas que siguen sacando sonrisas.
... Y arriba yo, mi apa y la chona xD